Naturalmente, hasta los mejores Grandes Maestros se
equivocan de vez en cuando, cometiendo errores más o menos importantes, ya sea
como consecuencia de la presión por problemas de tiempo, o por el simple
cansancio acumulado durante la partida, entre otras muchas razones.
Sin embargo, en un nivel inferior en el que nos situamos la
mayoría de nosotros, podemos encontrar multitud de toma de decisiones erróneas
en la selección de nuestras jugadas individuales, en la elección de los planes
correctos, o en la ejecución de los mismos. Una de las métodos más eficientes
para mejorar en nuestro propio juego, consistirá precisamente en analizar
nuestras propias partidas para encontrar los momentos donde hemos cometido el
error y tratar de averiguar su causa. Para ello es importante primero que sepamos
qué tipo de error hemos cometido.
Resulta prácticamente imposible tratar de clasificar todos
los errores posibles, teniendo en cuenta además que el error puede ser en la
primera jugada o en cualquiera de las que se calculen a lo largo de una de las
múltiples variantes subsiguientes. Normalmente, los errores cometidos por los
jugadores de mayor nivel serán mucho más sutiles que los de los principiantes;
rara vez veremos a un GM "dejarse pieza" o equivocarse
estrepitosamente cayendo en una celada en la apertura. Por lo general, casi
siempre serán derivados de diferentes apreciaciones sobre la posición y sus
consecuencias. Por el contrario, conforme bajamos de nivel ajedrecístico, la
naturaleza de los errores es muy diferente, desde dejar piezas indefensas o no
ver un ataque de mate en una o dos jugadas, por citar algunos ejemplos.
Sin embargo, desde un punto de vista estadístico, la mayoría
de los jugadores de un determinado nivel sí suelen cometer los mismos errores
ante el mismo tipo de posiciones. Y, lógicamente, si tenemos a nuestra
disposición esa valiosa información, también podremos poner los remedios
necesarios para luchar contra ellos y corregirlos, lo cual tendrá un impacto
decisivo en nuestro juego.
Precisamente, este es uno de los pilares en los que basamos
una parte de nuestro método de
entrenamiento en EMEA. Lo mejor de todo, es que el sistema se retroalimenta
cada día y la información es mucho más valiosa desde un punto de vista
estadístico conforme se incrementa el análisis de las respuestas de todos los
alumnos a los mismos tipos de ejercicios. Adicionalmente, el hecho de conocer
aproximadamente el nivel ajedrecístico de los alumnos, nos permite añadir una
nueva dimensión al análisis anterior, pues podemos ver el tipo de error que suele cometer el
"alumno medio" dentro de cada rango de ELO concreto.
Resulta llamativo comprobar cómo ante una misma posición,
los alumnos repiten una y otra vez las mismas respuestas incorrectas, o las
mismas respuestas correctas con planes incorrectos. Y todo ello, con una
distribución estadística bastante equilibrada en función del rango de ELO de
cada grupo de alumnos.
Dentro de nuestra metodología de entrenamiento, trabajamos principalmente
con los siguientes tipos de errores:
- Errores debidos a atención insuficiente
- El error de pensar sólo en la jugada
- Omisión de la respuesta del rival
- Errores debidos a la falta de conocimiento de ajedrez
- Errores debidos al mal cálculo de variantes
- Errores debidos a deficiencias en el sentido posicional
- Errores de naturaleza lógica
- Errores psicológicos
- Errores competitivos
- Los apuros de tiempo
¿Por qué es tan
importante conocer esta información? Obviamente no se trata de una cuestión
meramente teórica o pedagógica, sino sumamente práctica. Conocer nuestros
errores nos servirá para trazar una ruta clara y directa para la mejora de
nuestro nivel de juego. A lo largo de todas las unidades didácticas de nuestro
Método, planteamos todo tipo de ejercicios cuidadosamente seleccionados donde
somos conscientes de un cierto nivel de dificultad y de que, en cierto modo,
muchos de los alumnos pueden acabar incurriendo en respuestas que podemos
incluir dentro de la tipología de errores anterior. Pero precisamente por eso,
a partir de ahí podemos ofrecer a cada uno la técnica adecuada para la mejora
de su juego luchando precisamente contra esa casuística concreta. En
definitiva, tenemos la información necesaria para proporcionar, a cada uno, la
técnica de entrenamiento adecuada y personalizada para mejorar su propio juego,
basándonos en los criterios anteriores.
No es de extrañar que este tema sea uno de los que más
inquietan a todos los que se interesan por nuestro Método. Al fin y al cabo, el
primer paso para mejorar en ajedrez consiste en reconocer que cometemos
errores.
Queremos recalcar, además, la existencia de otra variable
decisiva en el análisis que estamos exponiendo, que nuestros alumnos ya conocen
sobradamente: el tiempo de análisis de cada posición. ¿Estamos dedicando el
tiempo suficiente? ¿Los errores de cálculo o imprecisiones, se podrían haber
minimizado dedicando un poquito más de tiempo? Estas preguntas se plantean
incesantemente en las primeras unidades de El Método, pero en realidad deberían
de ser preguntas recurrentes cuando analicemos todas nuestras partidas.
Antes de terminar, destacaremos una cuestión más de
importancia para mejorar a través del análisis de errores: el repaso de los
ejercicios realizados y de las posiciones conocidas, así como la consolidación de lo aprendido. Sabemos que
una de las diferencias entre los GMs y los demás jugadores, es su habilidad
para el reconocimiento casi fotográfico de patrones de juego y posiciones, y la
elaboración de planes de juego basándose en lo anterior, además de su
conocimiento y técnica.
Pues bien, el repaso permanente de las posiciones
conocidas en El Método, nos aportará también una evolución estadística en los
errores que podemos cometer en los mismos ejercicios. Como ejemplo, cuando
realizamos el mismo ejercicio por segunda o tercera vez, el error "falta
de conocimiento de ajedrez" debería ir desapareciendo, si hemos hecho bien
nuestro trabajo.
A lo largo de próximos artículos iremos profundizando más
detalladamente en este tema, y presentando algunas técnicas personalizadas para
combatir contra nuestros propios errores en ajedrez. Además, presentaremos
información estadística concreta y comparativa sobre el tipo de error que los
alumnos suelen cometer en función de diferentes criterios que detallaremos más
adelante.
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